Relevancia del control del pH en la elaboración del queso

El queso por definición es la cuajada formada al coagular la leche de ciertos mamíferos por la adición de cuajo o enzimas coagulantes y/o por el ácido láctico producido por la actividad de determinados microorganismos (cultivo iniciador), normalmente presentes en la leche o intencionadamente añadidos a ella.

Tal y como se puede intuir en esta definición, el descenso de pH producido por la actividad microbiana, es parte determinante del proceso de elaboración de queso y por tanto, uno de los puntos críticos a controlar para obtener un queso de las características organolépticas esperadas.

El pH debe ser controlado desde el tanque de refrigeración. La leche de partida tendrá un pH entorno a 6.6 6.8, aunque pueden existir variaciones en función de la época del año y de la raza del animal. Un pH inferior al citado indica que ya se ha comenzado a producir ácido láctico a partir de la lactosa, derivado de la gran carga microbiana que puede estar presente en la leche y que podría entrar en competencia con los fermentos añadidos para la coagulación de la leche. Sin embargo, un pH especialmente alto, por encima, de 7.0 7.2, puede ser indicativo de un alto recuento de células somáticas y puede hacer sospechar sobre una mastitis en el animal, aunque se deberán realizar pruebas específicas para su confirmación.

En un proceso de elaboración habitual, partimos de un pH de 6.6 6.8 que va acidificando hasta 6.45 6.55 por la acción del cultivo iniciador, bien presente en la leche de forma natural, o añadido. Esta es una de las etapas clave en la elaboración de queso, ya que se crean las condiciones para producir quesos blandos o duros. Cuando se van a elaborar quesos blandos, es necesario acumular ácido láctico, antes de la formación de la cuajada, y si los quesos van a ser duros, se pasa rápidamente a la adición de cuajo y la coagulación. En el caso de quesos especialmente duros, se añade el cuajo inmediatamente después del cultivo iniciador.

La formación de la cuajada, es una operación que consiste en la adición del cuajo para lograr la coagulación de las caseínas. La cuajada, puede formarse pues, por dos vías, láctica y enzimática. La primera se logra por acidificación, merced del ácido láctico formado por la acción de las bacterias lácticas sobre la lactosa de la leche, y la enzimática por la actividad del cuajo o cualquier otra enzima coagulante.

Los secretos de un buen electrodo de pH para queso

El control de pH se realiza habitualmente con un pH-metro que cuenta con dos componentes, principales: el electrodo y el potenciómetro.

El electrodo consta a su vez de diferentes partes:

  • Elemento de referencia: consiste en una célula capaz de suministrar un potencial constante.
  • Electrolito: solución salina muy concentrada en la cual está sumergido el electrodo de referencia, puede ser líquido o gel
  • Diafragma: punto de unión entre el electrolito y la muestra, es una parte crítica del electrodo e influye directamente en su vida útil.
  • Membrana: sensible a los iones H+, donde se da el intercambio iónico

En función de las características de los elementos anteriores, los electrodos más adecuados para la elaboración de queso, serán los que cumplan las siguientes características:

¿Y el equipo? ¿Cuál es el más adecuado para quesería?

El potenciómetro es el que traduce la diferencia de potencial producida en el electrodo en indicación de pH, existiendo en el mercado diversos diseños; de sobremesa, portátiles, de bolsillo, etc. Todos ellos adaptados a las necesidades y particularidades del sector lácteo en cuanto a impermeabilidad y simplicidad de manejo.

Cómo mantener y limpiar el electrodo para mayor duración

Los electrodos por sus características requieren de ciertos cuidados, uno de ellos es la limpieza, esencial cuando se utilizan con productos alimenticios. Se debe de lavar el electrodo con agua destilada después de cada determinación, si se observan depósitos de grasa o proteínas se realizará una limpieza más profunda con soluciones específicas. El electrodo debe mantenerse siempre húmedo y guardarlo sumergido en solución de almacenamiento, nunca en agua destilada.

        

Soluciones de limpieza específicas:

  • HI 7061M USOS GENERALES
  • HI 7073M PROTEÍNAS
  • HI 7077M GRASAS
  • HI70641L LACTEOS: además de disolventes, incluye producto desinfectante, bactericida

La calibración es necesaria para el aseguramiento de la calidad de las medidas, debiendo ser más habitual cuanta más precisión se requiera.

Con la calibración se ajusta el potencial detectado por el electrodo en dos puntos, habitualmente pH 4.01 y pH 7.01. A pH neutro, 7.01, el potencial es de aproximadamente 0mV, aumentando o disminuyendo en 59.16mV por cada unidad de pH.

El pH depende directamente de la temperatura, por tanto, todas las mediciones deben ser referenciadas a 25ºC y es conveniente que el pH-metro cuente con compensación automática de temperatura, para evitar tener que realizarla manualmente.

HANNA Instruments ofrece soluciones específicas para el control de pH en industria quesera, no dudes en consultarnos sobre la opción más adecuada para tus necesidades, mantenimiento y uso de los equipos. Si deseas más información puedes ponerte en contacto con nosotros en info@hanna.es