El pH y su influencia en los procesos de tratamiento superficial

¿En qué consiste y para qué sirve un tratamiento superficial en un material?

Los procesos de tratamiento superficial son técnicas que se aplican a la superficie de un material, generalmente metálico, para mejorar sus propiedades como la resistencia al desgaste, durabilidad, apariencia o protección contra la corrosión.

El proceso de galvanoplastia consiste en sumergir un objeto en una solución electrolítica que contiene iones metálicos y aplicar una corriente eléctrica, lo que provoca que los iones se depositen en la superficie del objeto formando una capa uniforme y duradera.

Este método se emplea ampliamente en industrias como la automotriz, electrónica, joyería o aeroespacial, ya que permite mejorar la apariencia, resistencia y protección de diferentes piezas.

¿Qué es el pH y por qué es importante en la galvanoplastia?

Uno de los factores clave para obtener un acabado de alta calidad en la galvanoplastia es el control del pH de la solución electrolítica. El pH es una medida de la acidez o alcalinidad de una solución y tiene un impacto directo en cómo se deposita el metal sobre la superficie del objeto.

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Un pH adecuado asegura que los iones metálicos se depositen de manera uniforme, con buena adherencia y sin defectos. Por otro lado, un pH incorrecto puede causar problemas como depósitos irregulares, porosidad, adherencia deficiente o incluso la formación de depósitos no deseados. Por ejemplo, un pH demasiado ácido puede causar una deposición rápida y poco controlada, generando acabados ásperos o con imperfecciones. En cambio, un pH demasiado alcalino puede ralentizar el proceso o producir depósitos frágiles.

¿Cómo influye el pH en los procesos de galvanoplastia?

  1. Calidad del recubrimiento: un pH óptimo asegura que el metal se deposite de manera uniforme y con buena adherencia. Por ejemplo, en el plating de cobre, un pH ligeramente ácido favorece una deposición suave y brillante.
  2. Velocidad de deposición: el pH afecta la tasa a la que el metal se deposita en la superficie. Un pH demasiado alto o bajo puede ralentizar o acelerar excesivamente el proceso, afectando la eficiencia y la calidad.
  3. Control de impurezas y defectos: un pH adecuado ayuda a reducir la formación de inclusiones, porosidad o depósitos irregulares, garantizando un acabado más uniforme y duradero.
  4. Durabilidad del proceso: mantener el pH en niveles adecuados prolonga la vida útil de las soluciones electrolíticas, disminuyendo la necesidad de reemplazos frecuentes y reduciendo costos operativos.
  5. Resistencia a la corrosión: mantener un nivel de pH correcto incrementa la protección contra la corrosión de la capa galvanizada, lo que prolonga la durabilidad de los productos metálicos.

Por ello, mantener el pH en los niveles óptimos es fundamental para garantizar un recubrimiento de calidad, eficiente y duradero.

Mantener un pH adecuado con el controlador de pH HI520 de HANNA

Para garantizar un control preciso y confiable del pH en los procesos de galvanoplastia, es fundamental contar con instrumentos de medición de alta calidad.

Una excelente opción para ello es el controlador HI520 de HANNA instruments. Este dispositivo está diseñado para el control en línea en aplicaciones industriales, ofreciendo una medición rápida y exacta del pH en soluciones electrolíticas. Cuenta con una pantalla digital fácil de leer, funciones de calibración automática y una interfaz intuitiva que facilita su uso y mantenimiento.

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El sistema de alarmas permite configurar puntos de consigna para los niveles de pH, tanto máximos como mínimos, para garantizar niveles de pH óptimos durante el proceso de tratamiento. Además, el HI520 permite conectar hasta 2 sondas digitales para el control de otros parámetros como el potencial redox (ORP), conductividad u oxígeno disuelto.