Alcalinidad, isocianúrico y REDOX: los importantes y muchas veces desconocidos parámetros en el agua de nuestra piscina

Nos encontramos en multitud de ocasiones algunos problemas en piscinas donde su mantenimiento de control se limita a solo mantener los parámetros de cloro y pH en valores considerados correctos y pese a ello no conseguimos resolverlos. Estos problemas pueden ser de diversa índole y por ello consideramos conveniente hablar sobre las diferentes casuísticas que nos podemos encontrar.

Y sí, efectivamente es muy recomendable, además del cloro y el pH, controlar otros parámetros que nos van a ayudar a conseguir de nuevo el agua perfecta de nuestra piscina. En este caso vamos a hablar del ácido isocianúrico, el REDOX y la alcalinidad.

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Ácido Isocianúrico (CYS)

El cloro libre se descompone rápidamente por la acción de los rayos ultravioletas del sol, perdiendo sus propiedades desinfectantes y utilizamos este compuesto que ejerce de filtro para reducir esa rapidez de descomposición. Normalmente, se suele introducir en el agua al adicionar cloros estabilizados en forma granulada o tableta como cloro rápido (dicloro) o de mantenimiento (tricloro). La contrapartida del uso de este compuesto es que obliga a mantener una concentración más elevada de cloro libre para mantener la misma acción biocida, ya que disminuye la concentración de CLORO ACTIVO DISPONIBLE al unirse a él molecularmente y no dejarle actuar. En caso de excesivo contenido de ácido isocianúrico en el agua, el efecto desinfectante disminuye drásticamente. Además, tiene otro problema, la concentración de este compuesto se va acumulando y la única forma de disminuirla es renovando agua del vaso por agua sin ácido Isocianúrico para diluir su concentración.

En este gráfico podemos ver el efecto de diferentes concentraciones de ácido isocianúrico en la consecución de su objetivo principal, que no es otro que mantener el cloro presente en el agua durante más tiempo y evitar que los rayos UV lo descompongan.

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Podemos ver que el efecto perseguido se puede lograr en concentraciones relativamente bajas de en torno a 25-30 ppm y sobre todo debemos fijarnos en que este efecto no mejora sustancialmente cuando estas concentraciones de ácido isocianúrico aumentan.

De ahí que nos convenga mantenerlo cercano a esas concentraciones bajas para no potenciar el efecto negativo que comentábamos del mismo.
Para hacernos una idea de este efecto negativo, en esta tabla podemos ver la reducción de cloro activo disponible sobre el total de cloro libre medido en base a la concentración de ácido isocianúrico.

Valor Ácido IsocianúricoLectura Cloro LibreValor Cloro Activo DisponibleValor Necesario de Cloro Libre
25ppm1,0 ppm0,52 ppm> 1,6 ppm
70 ppm1,0 ppm0,19 ppm5 ppm

Para una concentración de 70 ppm de ácido isocianúrico, la cantidad activa es menor del 20%, esto implica incrementar en 5 veces la cantidad de cloro libre para conseguir el mismo poder biocida que en la ausencia de isocianúrico. Esto además nos llevará además a que, piscinas reguladas bajo el RD 742/2013, no puedan cumplir con los valores indicativos o incluso de cierre de vaso de cloro libre que en este se indican y citamos a continuación.

Valores indicativos (según Real Decreto 742/2013)

Ácido isocianúrico: valor paramétrico: ≤75 mg/l
Condiciones para el cierre del vaso: en caso de superación de 150 mg/l se cerrará el vaso hasta la normalización del valor.

Cloro libre: valor paramétrico: 0,5 – 2,0 mg/l.
Condiciones para el cierre del vaso: en caso de ausencia o superación de 5 mg/l se cerrará el vaso hasta la normalización del valor.

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Fotómetro portátil Pool Line (Cloro Libre y Total/pH/Ácido Isocianúrico/Alcalinidad)
HI971044

Checker Cloro Libre (0 a 2,50 ppm)

HI701

Una forma muy efectiva de poder conocer si la relación entre ácido isocianúrico y cloro presente en el agua es correcta es el control del potencial REDOX del agua.

¿Qué es el Potencial REDOX (ORP)?

La oxidación es un proceso en el que una molécula o ion pierde electrones a la vez que otra los gana. Esto es lo que sucede en los tratamientos de desinfección del agua en piscinas, donde se añade un oxidante como el cloro al agua para destruir contaminantes. Cuanto más positivo es el valor REDOX, tanto mayor será la capacidad oxidante de esa agua y por tanto su poder de desinfección. Así pues, mediante la medida de este parámetro vamos a saber si la cantidad de cloro activo disponible es suficiente salvando la interferencia de la presencia de ácido isocianúrico, así como de un pH inadecuado que puede hacer que el cloro activo se reduzca y no podamos verlo mediante la medida del cloro libre exclusivamente. Es sencillo, se dan casos reales de agua con un contenido por ejemplo superior a 150 ppm de ácido isocianúrico que, a pesar de llegar a concentraciones de cloro libre por encima de 7 u 8 ppm no consigamos desinfectar y terminen poniéndose turbias y verdes.

Por tanto, el REDOX es una forma rápida y económica de poder conocer el poder de desinfección de los biocidas oxidantes y detectar que la cantidad de cloro es insuficiente para la cantidad de ácido isocianúrico presente.

Los elementos pertenecientes a la familia de halógenos se caracterizan por su poder oxidante. De hecho la concentración del cloro, bromo u ozono se puede relacionar con su REDOX siempre teniendo en cuenta el pH y otros interferentes como el citado ácido isocianúrico.

El Real Decreto 742/2013 de piscinas indica que este parámetro debe medirse cuando los desinfectantes sean distintos del cloro o el bromo, pero después de todo lo visto es bastante evidente que es más que recomendable medirlo también cuando se utilicen cloros estabilizados que aporten ácido isocianúrico respecto a los valores que indica. Para ello, sería suficiente con realizar el análisis con un medidor portátil.

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Medidores portátiles - Tester
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Valores indicativos (según Real Decreto 742/2013)

Valor paramétrico: entre 250 y 900 mV.

Resaltar que la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) marca como límite inferior 650 mV para considerar un agua desinfectada, por tanto consideramos el valor inferior marcado por el Real Decreto claramente insuficiente. De hecho, desde HANNA recomendamos por la propia experiencia adquirida y para evitar cualquier problema, llegar a valores por encima de los 700 mV para asegurar que todo el contenido de agua del vaso se encuentra por encima del nivel mínimo marcado por la OMS.

Es por ello que cada vez se utilizan más equipos con medida de REDOX en continuo para controlar la dosificación del cloro o bromo de forma automática.

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Controlador
BL121

Controlador
BL131

Otro caso muy frecuente que nos encontramos es la dificultad para el ajuste del pH en el punto de consigna deseado, unas veces porque sus cambios son muy bruscos y con muy poca cantidad de aumentador o minorador de pH nos pasamos y no tenemos estabilidad en la medida o por todo lo contrario, añadimos minorador y no conseguimos que baje. Este efecto está directamente relacionado con otro parámetro que también recomendamos controlar y no es otro que la alcalinidad.

¿Qué es la alcalinidad?

Indica la cantidad de substancias alcalinas (carbonatos, bicarbonatos e hidróxidos) que contiene el agua y que son capaces de neutralizar los ácidos. Los componentes alcalinos actúan como reguladores del pH del agua.

Se puede expresar como:

  1. Alcalinidad total (TAC). Alcalinidad al anaranjado de metilo. Determina el contenido total en hidróxidos, carbonatos y bicarbonatos. Si viene determinado en meq/l se llama valor "m".
  2. Alcalinidad simple (TA). Es la alcalinidad a la fenolftaleína. Nos informa sobre el contenido en hidróxidos alcalinos y la mitad del contenido en carbonatos. Si viene determinado en meq/l se llama valor "p".

En piscinas se suele emplear la medida de la alcalinidad total.

Valores guía: Alcalinidad optima: 125 – 175 mg/l CO3Ca.

Cuando nos encontramos con un valor bajo de alcalinidad fuera del rango óptimo nos ocurrirá que por un lado la tendencia del agua será ácida y por tanto conllevará todos los problemas que ello origina, corrosión de materiales, irritaciones en piel, ojos, etc. y una pequeña adición de minorador provocará una caída brusca del pH. Por el contrario una alcalinidad elevada provocará turbidez, colmatamiento del filtro, incrustaciones calcáreas y tamponamiento del agua, al consumir ese exceso de sustancias alcalinas el ácido añadido y no dejando bajar el pH. Para estos casos recomendamos el uso de bisulfato sódico para reducir previamente la alcalinidad y ya posteriormente poder regular bien el pH.

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Fotómetro portátil Pool Line (Cloro Libre y Total/pH/Ácido Isocianúrico/Alcalinidad)
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Checker Alcalinidad (0 a 500 ppm)

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Como conclusión podemos decir que como ha quedado patente, el control y medición de estos 3 parámetros que hemos visto nos va a facilitar mucho las cosas a la hora de mantener nuestra piscina y nos va a salvar de muchas situaciones problemáticas que en ocasiones nos desconciertan por no saber solucionar cuando nos limitamos únicamente a los parámetros típicos de control como el pH y el cloro libre.

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